Comedia clásica de enredos situada en Barcelona en el verano de 1992. Carles, el propietario del último chiringuito de la Barceloneta está endeudado, sin clientela, acabado de divorciar y a punto de perder el negocio familiar y la estima de su hija adolescente. En un intento desesperado para enderezar la situación, se inventa ni más ni menos, que Michael Jordan, el ídolo de su hija, irá a comer al chiringuito justo después de finalizar las Olimpiadas.